Hoy sucedió algo que realmente no me esperaba. Al abrir mi correo, encontré un mensaje de "ella" en donde me pedía que la ayudara a que mi esposo "dejara de acosarla", "que a ella no le interesaba él y que estaba harta de que la buscara".
No supe realmente como tomar eso. Me pasaron muchas cosas por la mente:
1- Mi esposo la estaba acosando? Donde quedaron entonces sus promesas de trabajar por construir ésta relación, por salvar nuestro matrimonio. Donde quedó entonces la promesa que me hizo días atrás de que "nunca más se iba a ir, lejos de nuestra cama"
2- La imagen "angelical y casi virginal" que mi esposo pintaba de "ella", se vino abajo completamente. (no sé si realmente esta imagen la pintaba mi esposo o era yo quien la había inventado).
Yo estaba compitiendo contra una mujer "fresca", "nueva", "interesante". Ella era la buena, yo era la mala. Ella era la amante, yo la obligación.
Ella era quien admiraba, yo era quien insultaba. Ella reía, yo lloraba. Ella rezaba mientras yo maldecía.
Quien podía competir contra eso?
Esto me atormentaba siempre, y me repetía a mi misma que probablemente algún día finalmente mi esposo me dejaría por ella.
Pero cual sorpresa... la mujer también tiene veneno en la sangre. La mujer tiene malas intenciones. La mujer es debil. La mujer está loca.
La gran competidora en mi camino, simplemente desapareció. Una loca igual que todas. Sin mucho brillo y sin mucha gloria. Una loca más, desquiciada.
Creo que aún más loca que yo, porque a pesar de todo esto que me ha pasado, nunca me rebajaría a escribirle un correo así a ella ni a ninguna. Punto a favor para mi.
En vista de que he estado tan mal anímicamente éstos días, y en vista de que necesitaba que algo realmente bueno pasara en mi vida, tomaré entonces como verdad la opción 2.
Y hoy, por primera vez en 45 días, hoy no he llorado!!! Hoy no he llorado!!! Y no quiero llorar más. Hoy siento paz. Se despareció al fin el fantasma que tanto me acosaba. Ya no existe. Lo matamos!!!!
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