martes, 31 de enero de 2012

31 de enero

Hoy es nuestro aniversario...
Qué celebramos exactamente hoy?
Logramos sobrevivir la última batalla? Renacer de las cenizas?
Hoy ha sido particularmente doloroso. Hoy lloraba con todo el cuerpo. Cuando uno llora con éste dolor profundo, todo el cuerpo llora. El estómago, el dedo del pie, el pelo, las manos. Todo el cuerpo llora.
No sé por qué lloraba exactamente. Eran mil razones y ninguna a la vez.
Lloraba la ironía de celebrar un aniversario color oscuro, de recuerdos aún frescos de una traición casi innombrable. Lloraba de temor, de no saber que pasaría con nosotros. De verme tan frágil, tan fácil de caer, tan tembeleque.
Lloraba porque solo quería un cariño en la espalda. Porque quería que me jurara amor eterno nuevamente. Que me recordara cómo fue aquel día que nos casamos, tan seguros de nuestro amor y para siempre amantes y cómplices. Sólo eso quería. Un poquito de promesas para llenar de nuevo mi saco vacío.Necesito empezar a llenarlo con cosas. No puede estar vacío tanto tiempo.
No me dieron cariños ni promesas. Pero al terminar la noche, una caricia suave en la mano, delicada, como cuando alguien acaricia algo con un temor a romperlo, me hizo saber de manera implicita que todo iba a estar bien. En algún momento, no sabemos cuando ni cómo, pero que iba a estar bien.

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